sábado, 15 de octubre de 2022

SupEbre 2022

 




Aquí estamos, un año despues del comienzo de la aventura, y sí, esta vez llegamos al final.

47 kms es la distancía desde el embarcadero de Tortosa, hasta la playa de Riumar, Calculamos, esta vez tuve la suerte que me acompañó mi compañero de aventuras, Quim, que si el tiempo nos respetaba podiamos hacerlo en un fin de semana. La idea era sencilla, el sábado apretar lo maximo para evitar cualquier sorpresa que nos pudieramos llevar el domingo.
La influencia del mar se deja sentir mucho antes de verlo, me atreveria decir, que desde Amposta ya estuvimos remando a contracorriente.

La salida desde Tortosa es muy fácil, hay un gran embarcadero que lo facilita, y el tiempo y el río mostraban una calma total.







Una de los primeros atractivos que nos encontramos fue la Illa de Vilallop, más conocida como la Illa dels bous, ya que en ella se encuentra una manada de toros..pues no los vimos, cierto que vimos muestras de su presencia, pero no conseguimos ver a ninguno, y eso que cruzamos la isla, a pie, en su busqueda.



Hasta la llegada a Amposta disfrutamos de un tiempo practicamente veraniego.
Fue ahí, bajo su puente, donde el viento hizo acto de presencia y a punto estuvimos de parar, pero al abrigo de  la orilla izquierda tuvimos la protección suficiente para poder seguir remando.



Fue llegar hasta la Illa de García, dónde el viento bajo de intensidad, y tambien ceso una fina lluvia que nos acompaño durante unos quilometros, donde pudimos relajarnos y disfrutar mas del entorno.

En este punto, es  dónde ya llevamos la mitad de los quilometros totales, 25 quilometros, todo lo que pudieramos sumar a partir de ahí, era una ventaja para el día siguiente.
A nuestra derecha se encontraba Sant Jaume d'Enveja, y Deltebre ocupaba una larga extensión a nuestra izquierda.
En ese momento, ya empezamos a buscar un lugar para acampar, y nos encontramos, que igual que en la primera parte hay espacios para acampar mas o menos tranquilo, la proximidad del pueblo hacía que encontrar un lugar adecuado no fuera tarea fácil. Al final, ya con el tiempo muy justo y cansados, encontramos un hueco para poder salir del río y montar las tiendas.



Esta vez, rodeados de campos anegados de agua, los mosquitos hicieron acto de presencia, pero lo llevamos bastante bien, al menos no entró ninguno en las tiendas.




En total, 32, 33 kms en 8:17 horas de tiempo remando.




La mañana siguiente amanecio esplendida, tuvimos mucha suerte con el tiempo en esta ocasión. Ademas encontramos unos rincones realmente bonitos.





A medida que te vas acercando a su desembocadura, notas esa influencia del mar, y que sus orillas estan muy alejadas entre sí.
A la llegada a Riumar, por la parte del río aún, hay un incremento de lanchas a motor,  que debido a esa anchura no representa mayor contratiempo.





Lo complicado llega cuando, por fín, entras en el mar, el oleaje es bravo y bastante caotico, si eso le sumamos el cansancio de tus piernas, hacen que el final tenga más épica de la esperada.



Al final, una vez que ya enfilas hacía la costa, ya remas a favor y, entonces sí. ya lo tienes hecho.




En esta última jornada, fueron 14,56 kms, en 3 horas.


Esta vez, aparte de que fui acompañado de Quim, tuvimos la gran ayuda logística y de intendencia  de Mireia, sin su apoyo, la aventura no hubiera sido posible, muchas gracias.