Al fín pude experimentar de primera mano una travesía de estas características en SUP. Después de unos días de acabar la aventura, tengo las cosas claras para poder explicar como ha ido.
No pude hacer todo el recorrido que tenia pensado, ni empece en Flix, ni acabe en Riumar, pero esto, antes de ser negativo, tiene una lectura real y que nunca podemos olvidar, el sentido pionero de la actividad.
Todas las referencias encontradas, los protagonistas eran los kayaks, y casi siempre, tramos relativamente cortos, algo que se acerca a lo que puedes encontrar pero la forma de adaptarte a las circunstancias del río son muy diferentes.
Desde el primer día la batalla con el viento en contra fue muy dura, con tramos de largos kilómetros sin ninguna tregua, el segundo día estuve cerca de 8 horas remando en la tabla, siendo más de tres horas para hacer unos escasos 7 kilómetros con un viento y unas olas que no me dejaban avanzar en la zona del assut de Xerta.
Pocas, o mejor dicho, ninguna referencia al viento pude encontrar mientras preparaba la aventura, no me esperaba días perfectos, pero tampoco una lucha como la que me encontré, pero de todo se aprende.
En la tabla cualquier error penaliza, la corrección del rumbo, con viento en contra es realmente complicada y todo lo que puedes haber ganado en una jornada se puede perder en un par de horas.
La corriente es escasa, en mi modesta opinión el caudal es mínimo, hay una cantidad asombrosa de vegetación semisumergida en todo el cauce que te frena y puede llegar a parar del todo la tabla, en alguna ocasión me frenó, y en otras, a unos 10, 15 metros de la orilla, la quilla tocaba el fondo.
No es, ni mucho menos, imposible hacer la travesía íntegra, pero se ha de contar que el tiempo efectivo de remada es hasta las 14 horas, a partir de ahí el viento hace acto de presencia con más o menos fuerza, por lo tanto, hay que contar con algo más de días para hacerla.
No tuve problemas para comprar agua, era lo único que debía de reponer y tampoco para pasar la noche, ya que hay muchos embarcaderos y playas solitarias para poder estar tranquilo.
Decidí empezar pasado el assut de Ascó, Flix, que era el punto original de salida, me pareció muy industrial, la parte de los lodos contaminantes tuvo mucho que ver con esa sensación y no me pareció atractivo.
Salí del pueblo de Ascó hasta una bonita playa en la zona de Ginestar. En este tramo no hay nada destacable, exceptuando el maravilloso entorno en que te encuentras claro, y tambien te vas dado cuenta que la corriente del río no es una compañera fiel, esquiva y caprichosa debes de estar atento para no perderla.
Hasta las 14 horas no hubo mayor contratiempo, pero a partir de aquí, el viento ya hizo acto de presencia, y superado el punto donde debía parar, decidí acampar en una bonita playa del lado izquierdo del río.
En total, fueron:
22,29 Kms
4,35 horas
4.9 kms/h
https://ca.wikiloc.com/rutes-stand-up-paddle-surfing/supebre-asco-benissanet-83341827
La noche fue muy calurosa, según el Iphone, 33 grados, mucho calor, pero ningún mosquito. Dormí solo con la mosquitera y esta es la visión al levantarme, perfecto.
Empecé a remar rumbo a Miravet y aquí fue donde paré a comprar un par de botellas de agua, entre que era temprano y martes, resulta que de los dos bares del pueblo, uno estaba de vacaciones y el otro hace fiesta los martes precisamente...afortunadamente pude comprarlas en un bar ambulante que estaba en la plaza del pueblo.
Al iniciar la ruta, coincidí con un grupo numeroso de kayaks, que estaban haciendo una ruta guiada por el río. Se sorprendieron a ver una tabla de SUP navegando en solitario y cargada con bolsas.
Llegado a Benifallet, aquí sí que había ambiente y una bar abierto que aproveche para tomarme una coca-cola y picar unos frutos secos, exactamente eran las 14 horas de la tarde. En este punto, volví a llamar al assut de Xerta, ya que la información para pasar es algo confusa, algunos dicen que hay que llamar un poco antes para que te abran, otros, que abren cada hora en punto, y allí me dijeron que estaba abierto. Yo llevo tres meses llamando por teléfono para que me informen, y jamas me cogieron el teléfono, por lo tanto la única opción fue dirigirme para allá.
Aquí si empezó a soplar el viento, tanto que se formaban olas en la superficie y tenia que empujar con todas mis fuerzas para avanzar, en tres horas avancé poco más de 7 kms, dandolo todo, además en una parte de difícil escapatoria.
Al llegar al assut, a las 17:12, me encontré que, por supuesto estaba cerrado y que no había nadie, no me quedaba otra que esperar y encima incomodo, no esta pensado para embarcaciones pequeñas, hay que ir con mucha atención ya que hay corrientes.
Sin embargo, al cabo de unos 15 minutos, la encargada de abrir las compuertas apareció y me dijo que me preparase; algo sorprendida por la tabla y después de explicarle lo difícil que me resultó llegar por el viento, fue ella la que me explicó que el viento suele aparecer a partir de las 14 horas y que llevábamos dos días, especialmente este, muy fuertes, doy fe.
Pocas ganas me quedaban de remar y empecé a buscar un sitio donde descansar, cenar y pasar la noche.
La primera playa que encontré no me dio buenas vibraciones, el aspecto y unas cabezas de pescado colgando me hicieron decidir a buscar un sitio más acogedor...
Pues sin quererlo, llegue a Xerta y fue una muy buena opción, allí, gracias a la informacíon de unos vecinos, pude acampar en un tipo de parque, entre el canal de la derecha y el río, con mesas, bancos, una ducha y servicios, fantastico.
Esta vez salieron 30.45 kms en 8:15 horas.
Después de pasar otra calurosa noche y sopesando lo que podía encontrarme, decidí acabar la travesía en Tortosa, estaba claro que se debe de parar a las 14h de remar, eso significa estar más días en el río y era algo que tampoco tenía ganas de alargar.
Tranquilamente navegue hacia la primera gran ciudad del recorrido, y pude entretenerme investigando alguna ísla por el camino.
Llegue a Tortosa en 2.20 horas y salieron 12.52 kms.
Lo que quería averiguar, el saber de primera mano las sensaciones en el río, el comportamiento de la tabla cargada, del material..todas estas conclusiones era lo que buscaba y lo conseguí, a partir de ahora se abre otra historia.
Para un recorrido tan largo, y cargando con el material, quizás la tabla no sea lo más eficiente, pero está claro que es totalmente factible, pero hay que contar con algo más de tiempo.
La maniobrabilidad de la tabla se ve comprometida cuando peleando con el viento te coloca perpendicular a él, en ese momento, cualquier apoyo mal dado puede suponer un vuelco de la embarcación, y no es tan fácil girarla con las bolsas, son cosas que hay que tener en cuenta antes de hacer cualquier maniobra agresiva.
Sí, sin ninguna duda repetiría la travesía, estar tan en contacto con el río es una experiencia que enriquece y que te pone en su sitio. Te das cuenta que eres muy pequeño tu y tu tabla, que debes de pasar con todo el respeto, sin hacer mucho ruido. Abrir bien los ojos para ver como saltan los peces frente a tí, las garzas pasando cerca de tu cabeza, descubrir un rincón que parece sacado de un cuento de lo perfecto que és, sí, seguro que volveré.
